Xavier Roberson se aleja enojado, mientras los Warriors celebran el triunfo.
Xavier Roberson se aleja enojado, mientras los Warriors celebran el triunfo.
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Cristian Mercado

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Titanes desperdiciaron veinte de ventaja y Warriors los obliga al quinto juego

Los isleños vencieron 84-87.

Los Warriors de San Andrés logró una gran remontada, superando 20 puntos de desventaja, para vencer 84-87 a los Titanes en el coliseo Elías Chegwin de Barranquilla, empatar la serie 2-2 y obligar al quinto y definitivo partido en la isla, que se cumplirá este lunes. 

Las emociones se desbordaron completamente desde el inicio. El Elías Chegwin era una verdadera caldera que explotó cuando, con apenas un 0-2 en el tablero y solo un minuto jugado, tuvo que ser suspendido por el trío arbitral suspendido por comportamiento de los aficionados, quienes con una sirena y chicharras molestaban permanentemente sobre en banco visitante. 

Una vez resuelta la situación, los Titanes demostraron que asimilaron mucho mejor el esfuerzo físico de la noche del viernes, con mucha más frescura y con la mira completamente nítida para los tiros de tres. 

A eso se sumó la noche clara de Xavier Roberson, quien en los primeros diez minutos acumuló 8 puntos, 3 rebotes y dos asistencias, apoyado por su coterráneo texano Michael Sneed, quien firmó un primer cuarto con 9 puntos, dos rebotes y 3 asistencias. 

John Hernández encesta para Warriors.

La acción que más claramente retrató el partido hasta ese momento, fue en los tres segundos finales, cuando Roberson ganó precisamente uno de esos rebotes, para lanzar en el segundo final un triple desde la mitad de cancha y dejar la diferencia en 36-14. Todo un arranque prometedor. 

El segundo tiempo fue una oda a la agresividad del equipo de Barranquilla, quien se mostró eficiente para defender en el aro, su gran talón de Aquiles, ante un San Andrés que no encontraba los caminos y apenas sobrevivía el partido gracias a los tiros libres.

Con cinco recuperaciones a esa altura del partido y castigando cada uno de los errores de sus rivales, Titanes pronto estiró la diferencia a 20 puntos, dando la oportunidad al entrenador Tomás Díaz de hacer las rotaciones para refrescar las piezas del equipo, en especial la de Roberson, quien a esa altura ya era firme candidato para llevarse el premio a Jugador Más Valioso. 

Así, gracias a la batuta de unos activos Jesús Medina y Héctor Díaz, los de casa lograron firmar la primera mitad con pizarra de 55-35, para llenarse de confianza y permitirse el derecho a soñar con el primer título profesional para Barranquilla, en 20 años. 

Michael Sneed dispara ante la marca visitante.

El tercer cuarto llegó con un bajón en el ritmo. Los Warriors batallaron duramente para tratar de quitarse de encima la diferencia contundente que les habían sacado en la primera parte y el resultado fue dejar el tablero 72-54 para el remate del partido, los Titanes comenzaron a quedarse sin gasolina y las dudas se hicieron cada vez más visibles. 

El último cuarto quedó plagado de errores y el recorte de los isleños fue implacable. A  40 segundos del final, la pizarra era de ventaja para Titanes, que apenas tenían marcador 84-83, desechando la amplia ventaja que tenía.

En esos instantes los sanandresanos hicieron dos cestas para clavar el definitivo 84-87.

Ahora, con la serie igualada 2-2, el juego se traslada a San Andrés para el quinto y definitivo juego de la serie que será este lunes, donde los curramberos tendrán que sacar toda su casta y demostrar porque llegaron tan lejos en la final.

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